La recolección varía en función de las partes de la planta que vayamos a utilizar.

Las hojas, hay que recolectarlas antes de la floración, después están menos tiernas y pierden sus cualidades.

Las semillas, se cosechan cuando están bien maduras, al final de verano o en otoño.

El mejor momento para la cosecha de las arómaticas es a principio de la mañana, antes de que el sol caliente.
De esta forma conservarán mucho mejor sus propiedades aromáticas, sus sabores y sus texturas.



Las podemos conservar y guardar, secas, congeladas, en aceite de oliva o en sal.

La mayoría de las plantas aromáticas, si se secan en buenas condiciones conservan su aroma y su sabor y en algunos casos los potencian.

Las arómaticas que consumimos frescas se pueden conservar en frigorifico aprox. 1 semana.
Muchas de ellas admiten bien la congelación.

La conservación  en aceite de oliva y dependerá del uso culinario que le vayamos a dar.

Otra forma de conservación es en sal, este método es adecuado para después utilizarlas en salsas y guisos.