Encontramos abono en varias presentaciones.
Los más conocidos se venden en granulado, que hay que mezclar con la tierra al plantar o que se incorpora en la superficie durante la vegetación, en forma de barritas o de pastillas.
Estos son muy cómodos, ya que se van disolviendo poco a poco y te despreocupas una temporada., lo único que son de efecto más lento.
También tenemos los abonos solubles que se administran al regar la planta.

La composición encontraremos tres elementos principales con su cantidad en porcentajes:

• Nitrógeno N

Es importante para el follaje.

• Fósforo P

Actúa sobre la calidad de la floración y en la producción de frutos y semillas.

• Potasio K

Estimula el crecimiento de las raíces.

Esto nos viene bien para cuando necesitemos adquirir el abono.
Si queremos un desarrollo y crecimiento de las hojas, tenemos que buscar un abono con un alto porcentaje en Nitrógeno N, para una buena floración buscar un abono con porcentaje alto en Fósforo P.

Además del abono genérico, encontraremos otros abonos específicos, por ejemplo abono para rosales que tienen un contenido extra en magnesio que estos necesitan.